Colegio Nuestra Señora De Guadalupe

jueves, 2 de mayo de 2013

Revolución de Queipa.


Con motivo de la sucesión presidencial de Joaquín Crespo para el período 1898-1902, el gobierno saliente autorizó el desarrollo de la libre propaganda electoral de los diversos candidatos presidenciales. Asimismo, para los comicios a celebrarse en septiembre de 1897 se había restablecido el sufragio directo, secreto y universal, hecho que se había producido durante el mandato de Crespo comprendido entre 1892-1894, en la Constitución de 1893. Bajo estas circunstancias se desarrolló una intensa campaña electoral por parte de los distintos actores políticos, entre quienes figuraba especialmente José Manuel Hernandez por representar una opción de poder distinta a la representada por el candidato oficialista Ignacio Andrade. En tal sentido, Hernández se convirtió en un personaje de una gran popularidad, en el que las masas tenían una gran esperanza de cambiar las condiciones del país y en el que los sectores conservadores desplazados del poder veían una posibilidad real de derrotar al liberalismo amarillo.
En términos generales, a pesar de contar con escasos recursos económicos El MochoHernández realizó una extensa gira electoral que lo llevó a recorrer casi todo el país-tomando en consideración las dificultades de las vías de comunicación del país para ese entonces-, a implementar novedosas técnicas electorales tales como la difusión de pines y botones con su imagen y realizar múltiples concentraciones populares. No obstante, en la medida que fue acrecentándose la popularidad de Hernández y en la que se acercaba el mes de septiembre fecha en que se realizarían los comicios, el gobierno fue estrechando la vigilancia sobre la candidatura de José Manuel, mediante la intercepción de su correspondencia. Asimismo, las diversas concentraciones a favor de su candidatura fueron disueltas mediante el implemento de la recluta, lo cual disuadía a sus partidarios a reunirse. En definitiva, el clima político previo a las elecciones de 1897 se caracterizó por una gran tensión política que hacía prever un desenlace violento en dichos comicios.

En pocas palabras. Fue una guerra civil en Venezuela por motivo del fraude electoral de 1897, y en general por el caudillismo reinante en el país a lo largo del siglo XIX.

No hay comentarios:

Publicar un comentario